Larry
Los Palos, Cuba, 1976
La singularidad que asiste a la obra de larry emerge, entre otras cuestiones, de su capacidad para reinventar los códigos creativos del pop desde la coartada contextual cubana. Semejante adhesión posibilita el desarrollo de una discursividad de naturaleza lúdica, siempre emplazada en el terreno de las alusiones y los relatos cifrados. Hay, en este gesto, una voluntad manifiestamente herética para con el universo artístico local y foráneo, que cristaliza en piezas provocativas y de un refinado cinismo.
larry hace uso de la fragmentación y lo sesgado a la hora de concebir su proceso creativo, de ahí la superposición, cuasi palimpséstica, de capas textuales y visuales al interior de sus trabajos. Da igual si se trata de un dibujo, video u objeto esculturado, la noción del collage se vuelve consustancial a sus obras y, por ello, condiciona lecturas quebradas y multidireccionales. Con una destreza exquisita para la comunión de referentes culturales desconectados, larry propicia, una y otra vez, el diálogo entre lo profano y lo sacro, lo mediático y lo íntimo, lo impostado y lo auténtico. De alguna manera –retorcida y tremenda– ese viene a ser su acierto fundamental: desdibujar con absoluta frescura la línea que se interpone entre frivolidad y hondura.
El despliegue de un trabajo sostenido –en colaboración con Jorge M. Hernández hasta el 2017– le ha posibilitado presentar exposiciones individuales en las galerías cubanas La Acacia y La Servando (“All over drawing” y “El Martirio de Santa Julita”, respectivamente). Asimismo, ha participado de numerosos proyectos colectivos entre los que destacan “Hope” (ESMoA, L.A, USA), “On the Horizon” (Pérez Art Museum Miami, USA), “89 Noches” (Museo de Antioquia, Medellín, Colombia); “Colección de archivos” (Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, Cuba), “A Decade of Collecting”, (Jordan Schnitzer Museum of Art, Obregon, USA), “La Edad de Oro del videoarte en Cuba” (Cinemateque Quebequoise, Galerie B-312, Montreal, Canada), “Ola Cuba” (Gare Saint Sauveur, Lille, Francia) y “Tout le poids d` una île, collectionner l`art cubain”(Musée des Beaux-Arts de Rennes, Francia). En 2015, cuando aún trabajaba de modo colaborativo, le fue otorgada la Residencia El Ranchito Centro de Creación Contemporánea “Matadero”, Madrid.
Tiene publicado los libros de poesía “La novela inconclusa de Bob Kippenberger” (Ediciones UNIÓN, 2011), “Osos” (Ediciones UNIÓN, 2013), “Me fui a sembrar tomates donde los agrestes ofrecían semillas de Ophrys Fusca” (Selvi Ediciones, 2020) y “LT” (Casa Vacía, 2021).
Obras suyas forman parte de la colección del Perez Art Museum Miami (PAMM), (Miami, USA) y del Jordan Schnitzer Museum of Art (Obregon, USA).
currículum
estudios
exposiciones personales
obras
Biopic (poesía rusa y tornado), 2019
Instalación
Dimensiones variables
El cable, 2019
Instalación
Dimensiones variables
Dos Ríos. De la serie La mala pintura se pronuncia ..., 2017
Óleo y acrílico sobre tela
35 x 28.5 cm
El filtro de la desgracia. De la serie La mala pintura se pronuncia…, 2019
Óleo y acrílico sobre tela
42 x 35.5 cm
Sin título, 2019
Instalación
70 x 25 x 50 cm
Un santo predice algo que no se cumple y le cae arriba el castigo: repetir, sabe Dios hasta cuándo, un mensaje estéril, 2019
Instalación (escultura de yeso y grafito sobre pared)
Dimensiones variables
Un santo predice algo que no se cumple y le cae arriba el castigo: repetir, sabe Dios hasta cuándo, un mensaje estéril (Detalle), 2019
Instalación (escultura de yeso y grafito sobre pared)
Dimensiones variables