‘pōs(t)kärd utiliza como referencia varias postales en las que se representa el modelo de familia ideal que España, como muchos otros países, importó de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. La traslación de las imágenes
de estas postales a mi pintura -que asume el medio como un conjunto de piezas independientes de distinta naturaleza que se articulan entre sí, poniendo de manifiesto los problemas que conlleva mirar una imagen y, más aún, traducirla para hacerla propia- saca a la luz cuestiones relacionadas con la verosimilitud en la pintura, la desconexión generacional y, en definitiva, todo lo artificial de cualquier canon o modelo que se pretenda ofrecer como ideal.
El título, escrito según la transcripción fonética de la palabra inglesa postcard hace referencia al complejo sistema de usos y costumbres que son necesarios para hacer propio cualquier significado. En este caso, el de un modelo familiar ajeno a las circunstancias y particularidades del lugar donde se pretende establecer.