El proyecto expositivo “Criaturas de Isla” se erige como un mosaico fragmentado y diverso de la fisonomía nacional cubana, insular, humana. Basada mayoritariamente en el retrato, la muestra compendia un número significativo de rostros, figuras, gente de todo tipo que desafía la cámara, sostiene la mirada, se revela sin tapujos. El recorrido temporal de estas obras va a entretejerse desde la etapa del denominado “Período especial cubano”, a finales de los ochenta e inicio de los noventa, y se extiende hasta el 2015. Alom atraviesa más de veinticinco años con la inaplazable obsesión de capturar la intimidad (como ámbito de mayor franqueza y libertad) del ser cubano. De ahí, la presencia de niños, ancianos, jóvenes: la gente común que compone la nación, gente anónima. Se trata, en todo caso, de un proyecto abierto a la diferencia, que apuesta por ella y la valida. Un gesto personal de conciliación.